Los abuelitos de La Fundación Provida y los niños de grado segundo y párvulos, fueron los protagonistas de una hermosa experiencia vivida el pasado 24 de septiembre, en el Colegio Nueva York. Esta fue una excusa significativa para afianzar aún más las enseñanzas que les ha dejado a los niños el libro del plan lector “Ahora que tengo 80”.
Un cambio de roles entre los niños y los abuelos dejó en claro que a cualquier edad podemos enseñar y aprender para la vida.
The grandparents of the Provida Foundation and children of Second grade and preschool were the protagonists of a beautiful experience, lived on September 24th at the New York school. This was a significant excuse to further strengthen the teachings that the book of the reading plan “Now that I’m 80”.
A change in the roles between children and grandparents made it clear that at any age, we can teach and learn for life.