Tener un encuentro con Dios pareciera un desafío de fe y de razonamiento; sin embargo, se podría afirmar que se trata de vivir experiencias significativas de la cotidianidad, tales como: relacionarnos con el prójimo, el uso de un lenguaje asertivo y deleitarnos en cada factor climático, social, emocional y/o personal que nos rodea y por qué no afirmar, que incluso se trata de perseverar en medio de las dificultades, aprendiendo cada día a ser personas que le aportamos a nuestra sociedad, familia y ambiente.
Con estas palabras el padre Frank de la iglesia de Guaymaral, precedió la ceremonia de la Luz con los estudiantes de grado 5to y 6to, quienes estuvieron en compañía de sus familias el pasado 15 de noviembre. En esta oportunidad, los niños y niñas reafirmaron su fe, mientras reflexionaron en cómo ser empáticos y agradecidos con las bondades de cada día.
La ceremonia concluyó con una luz simbólica, en la cual los estudiantes evocaron la presencia de Dios en sus corazones, estableciendo el compromiso de los padres al acompañar a sus hijos en cada etapa de crecimiento.