Una vez más el juego fue la excusa de diversión y aprendizaje. El trabajo colaborativo que realizaron los estudiantes de grado segundo, dio como resultado la reflexión: en el lugar donde nos encontremos, cabemos todos, siendo solidarios y respetando las ideas y condiciones de los demás. Aunque la ciudad de Bogotá fue el escenario principal, los niños y niñas tienen clara su misión como ciudadanos del mundo.