Teniendo en cuenta que uno de los grandes retos de la educación del siglo XXI es que los aprendizajes sean significativos y se usen contextos reales y cercanos a los estudiantes, el departamento de matemáticas y su asignatura de robótica, con el profesor Alejandro Rodríguez y el apoyo del jefe de área Andrés León, decidieron construir un elemento que se ha considerado indispensable en esta época, sobre todo, cuando se debe evitar el contacto con superficies para prevenir el contagio del Covid-19. Se trata de un dispensador de gel automático, el cual está programado para proporcionar la cantidad exacta y necesaria para la adecuada desinfección de las manos de cualquier persona, sin que exista ningún contacto con el envase, para ello, sus partes fueron diseñadas cuidadosamente y la impresora 3D tardó cerca de 27 horas para su creación. Posteriormente, el docente entregó estas partes a los estudiantes teniendo en cuenta todos los protocolos de bioseguridad, y una vez los niños recibieron estas partes mantuvieron una comunicación constante con el docente para ensamblar cada una de las piezas. Finalmente, cada estudiante realizó la respectiva programación del sensor de proximidad; de esta forma se dio vida a un proyecto muy útil para cualquier lugar en esta época de autocuidado.