Nuestra primera izada de bandera presencial en dos años, ha significado una oportunidad de reencontrarnos, de compartir, de expresarnos y unirnos en un mismo sentir. Cada uno de los actos exaltaron el servicio y la gratitud como una actitud de vida que conduce por caminos de armonía en comunidad y nos permite valorar lo grande y lo pequeño. Las reflexiones de los estudiantes estuvieron orientadas a reconocer y valorar todos los trabajos que en la sociedad existen, porque todos aportan en la construcción colectiva de comunidad y la de los directivos a relacionar los valores de actitud y servicio con las habilidades de pensamiento que los preceden, para entender que van más allá de la formalidad o costumbre de decir «gracias». En un trabajo conjunto entre los docentes de bachillerato y todos los estudiantes de 9°, 10° y 11°, se realizó un reconocimiento especial a todas las personas de servicios generales que con su labor mejoran la calidad de nuestra institución.
Se demostró que somos una comunidad unida y que valora el trabajo de cada uno de sus integrantes. Justamente por esto, nuestra rectora, Adela Cruz, recordó las palabras del doctor Jaime Correales Jiménez: “quién no vive para servir, no sirve para vivir”. No cabe duda que como institución hemos interiorizado y guardado en nuestros corazones el legado de nuestro fundador.
Finalmente, Miss Adela Cruz resaltó el significativo acto e invitó a la empatía sin distinción de género, condición económica, identidad política o religiosa.
Directora de Sección