Cuando llegamos a la división de preescolar, se pudo notar un ambiente lleno de sonrisas de los niños y niñas que nos esperaban con alegría y a la vez con ansiedad, ansiedad que nos motiva a preparar estos encuentros como si fuera una fiesta; en nuestra actividad anterior, creamos un vínculo que nos hizo pensar y sentirnos comprometidos de corazón; hoy disfrutamos con sus sonrisas y sus abrazos, y lo más importante, su cariño, que se siente en cada uno de sus gestos y sus palabras.
En este encuentro desarrollamos actividades que les permitieran recordar los derechos, y lo hicimos a través de los títeres que elaboramos para cada uno de nuestros “hermanos menores” y a los que les imprimimos no sólo un poquito de creatividad, sino parte de cada uno de nosotros, además de correr y hacerles vivir su derecho al juego.
Finalmente, el propósito de lo que resta del año escolar, es continuar creciendo y aprendiendo con cada uno de nuestros ahijados, que nos recuerden como sus «hermanos mayores» y amigos que estuvieron ahí para ellos durante el año 2018. Queremos darle las gracias a la institución por concedernos esta oportunidad y hacernos recordar que también somos “niños”.