Sumergirse en la experiencia de una granja ecológica es como abrir un libro lleno de aventuras para los niños. Esta aventura la vivieron los estudiantes de grado cuarto el pasado 16 de abril, en la salida pedagógica a la granja el Bosque Subachoque. Con cada paso descubrieron la magia de la naturaleza, desde el suave toque de las ovejas, las cabras hasta el canto alegre de los pájaros. En una granja donde la sostenibilidad es la norma, cada rincón ofrece una lección de vida. Ascender una montaña para llegar allí añade emoción a la jornada, y al llegar, son recibidos por un paisaje que parece sacado de un cuento de hadas. Es una experiencia que despierta la curiosidad y el amor por el mundo que los rodea, dejando recuerdos imborrables en el corazón de los niños.