“UNA MUJER REINVENTADA” de la estudiante Paula Dávila obtiene el primer puesto en el Segundo Concurso de Creatividad Reflexiva: La igualdad, ¿para qué? De la Universidad Externado de Colombia.
El programa de filosofía de la Universidad Externado de Colombia nos invitó este año a participar en el Segundo Concurso de Creatividad Reflexiva: La igualdad, ¿para qué? Para ello la estudiante Paula Dávila de grado Once bajo la asesoría de la docente de filosofía Ángela Cifuentes envió un escrito titulado “UNA MUJER REINVENTADA”. Escrito en que la estudiante abordó la lucha por la igualdad de género desde la obra literaria Casa de muñecas de Henrick Ibsen (1879), y la reflexión filosófica de la existencialista y feminista Simone de Beauvoir. Según el coordinador del evento tras de una selección anónima por parte de los profesores del Programa de Filosofía se enviaron los escritos de10 finalistas a tres jurados externos, quienes los evaluaron anónimamente obteniendo como resultado que el ensayo de Paula, “Una mujer reinventada”, ocupara el primer puesto del Concurso.
Encuentre aquí la ponencia de la estudiante a continuación:
Segundo Concurso de Creatividad Reflexiva
“La igualdad, ¿para qué?”
UNA MUJER REINVENTADA
El concepto de mujer y su papel en la sociedad debe relacionarse con el momento histórico al que se esté refiriendo, sin embargo, no hay duda alguna en que el género femenino, en occidente, ha sido menospreciado y considerado inferior durante toda la historia ya sea por motivos de cultura o religión, siempre se ha visto una desigualdad de la posición de la mujer frente a la del hombre. Pese a lo anterior, dadas las condiciones de cambio en la estructura de la sociedad durante la segunda mitad del siglo XX, han surgido movimientos y corrientes feministas que desean acabar con la idiosincrasia de la mujer como ser inferior. Aun así, la cultura es muy fuerte y lo es aún más la costumbre, es por esto que cabe preguntarse ¿Hasta qué punto la mujer debe vivir de acuerdo a como la sociedad dicta o debe por el contrario tomar una actitud independiente?
A partir de lo anterior, como tesis a desarrollar durante el escrito, se pretende argumentar que la mujer debe tomar una actitud independiente y cambiar lo que se ha planteado como ideal de mujer en la sociedad para así lograr un estado de igualdad entre el género femenino y masculino. Para respaldar dicho argumento se tendrá en cuenta la filosofía feminista existencialista de Simone de Beauvoir y lo que esta expone en algunos de los apartados de su obra El Segundo Sexo (1969), en especial aquellos dedicados hablar de las transformaciones de modelos sociales para la liberación de la mujer y su transformación en una nueva mujer, una mujer independiente. Asimismo, para contextualizar tanto el problema como la tesis planteada se tomará como estímulo de análisis la película basada en la obra Casa de muñecas de Henrick Ibsen (1879), en la que se presenta la vida de una mujer de finales del siglo XIX que pensaba que tenía la vida perfecta junto con su marido y sus tres hijos. Nora, la protagonista, tenía una vida de privilegios y pensaba que era feliz hasta que se da cuenta que su marido la considera un objeto de su propiedad y entonces decide marcharse y abandonar su “familia perfecta”. En la última escena entabla una conversación con Torvald, su marido, donde le dice que no le importa lo que digan (la sociedad) por abandonar a su familia, también dice que ya sus “deberes sagrados” no se limitan a cuidar a sus hijos y que ahora su deber sagrado es el deber consigo misma. Torvald le dice que ella es una mujer casada con tres hijos, a lo que Nora responde “Ya no creo en eso. Soy un ser humano igual que tú”. Nora también le dice que debe ser libre y así “pensar si es la sociedad quien tiene razón o ella” refiriéndose al deseo de conseguir un trabajo.
Hablar de igualdad de género trae consigo temas vinculados con cultura y religión, pero la verdad es que en estos tiempos modernos no se puede seguir engañando a la mujer diciéndole que es inferior al hombre. La mujer siempre se ha considerado, como lo diría Simone de Beauvoir, lo “otro” de un “uno”, es lo “inesencial” frente a lo “esencial”, donde, evidentemente, el “uno” y “esencial” son los hombres. Tanto mujeres como hombres se han acostumbrado a esta visión, pero los tiempos han cambiado y la sociedad debe hacerlo también. Ya no es posible pensar en la mujer como el sexo débil, es tiempo de que ella misma tome las riendas de su destino y forme un cambio.
Las mujeres que empezaron deseando ese cambio fueron pocas al principio y recibieron el rechazo de la sociedad; como ejemplo, y aun cuando es ficticio pero presenta lo que se venía para la sociedad, está la protagonista de la película del estímulo. Nora actúa como cualquier mujer burgués de su época; es ama de casa, cuida a sus hijos y atiende a su esposo. Cree que tiene la vida soñada porque está viviendo conforme a los estándares sociales de su época que dictan que la mujer debe vivir por y para el bienestar de su familia. Nora, sin embargo, tiene una actitud y un pensamiento diferente al de sus contemporáneos pues ella empieza a cuestionarse sobre su rol en el mundo. Cuando Nora ha reflexionado y se da cuenta de que su esposo la considera más un objeto que un ser humano, ella decide dejar a su familia y empezar a trabajar. La mujer decidió construir su propia vida aun cuando esto significaba abandonar su hogar y como consecuencia, ser juzgada por la sociedad.
En consecuencia, es posible decir que desde el siglo pasado llegó ese momento en la historia en que las condiciones traían aires de cambio y mujeres con pensamientos diferentes que decidieron llevar a cabo ese cambio. El comportamiento de ese grupo de mujeres inquietas por defender sus derechos y promover la igualdad de género es lo que Beauvoir llamaría como las mujeres independientes, es decir, del tipo que desea ser una verdadera mujer para su propia satisfacción, pues la mujer tradicional (…) ha alimentado sueños narcisistas; al orgullo fálico del varón, pero ahora, ella sigue oponiendo el culto de su imagen; quiere exhibirse, encantar. (Beauvoir, El Segundo sexo , 1949, pág. 329). La mujer independiente es entonces aquella mujer rebelde que no desea seguir un ideal o ser normalizada por las estructuras y dispositivos sociales, ella, es aquella que tomó su propio camino y decidió formarse conforme a lo que decide por sí misma. La mujer independiente no hace parte de, pues sus acciones no tienen una esencia definida por su género. Ella va en busca de los medios con los que va develando y construyendo su propia esencia en su trasegar por el mundo. Se puede llegar a hablar entonces de una mujer libre de las cadenas de la antigua sociedad.
Pese a lo anterior, estas mujeres libres que van aumentado poco a poco a lo largo de los años, han tenido que pagar su deseo de cambio a un alto precio y es el del rechazo de una sociedad de patriarcado que no acepta la nueva mujer por cuestiones de costumbre y conveniencia. No es mentira admitir que para muchos hombres perder la capacidad de dominar no resulta fácil. Asimismo, compañeras del mismo género no aceptan este cambio por cuestiones de costumbre. Tal como lo afirma Beauvoir; ni a hombres ni mujeres les agrada hallarse bajo las órdenes de una mujer. La sociedad como la plantean los hombres determina a la mujer como un ser inferior (Beauvoir, El Segundo sexo, 1969, pág. 347), y aquel planteamiento fue aceptado pero ahora debe ser erradicado por completo y regenerado. Sin embargo, cabe aclarar que no debe mal interpretarse el comportamiento de la mujer independiente como una actitud de competencia frente al sexo masculino. Debe existir un estado de igualdad entre hombres y mujeres, no de una nueva superioridad.caEs momento de saber que la mujer no llega a ser mujer cuando es esposa o madre, la mujer es mujer desde el momento en que decide serlo porque antes de eso es tan solo un ser vivo con un aparato reproductor diferente al del hombre. La mujer no nace mujer, se hace a medida que va siendo consciente de su rol y como desea desempeñarlo, pues no debe mal interpretarse el que la mujer que decidió llevar una vida como esposa y madre es entonces menos que la que decidió formar su empresa. La mujer es libre de llevar su vida como desee, pero debe ser consiente que está en un estado de igualdad con el hombre. Para Beauvoir la mujer es definida por el modo en que, a través de conciencias extrañas, recupera su cuerpo y sus relaciones con el mundo (Beauvoir, El Segundo sexo, 1969, pág. 352). El recuperar su cuerpo y relaciones con el mundo es la libertad que esta tiene para hacer de su vida lo que ella quiere y que de este modo no se vea juzgada por el mundo. Tal como lo hizo Nora en Casa de muñecas (2002), ella decidió recuperar su imagen a través de conciencias extrañas sabiendo las consecuencias de sus actos.
Nora es la representación ficticia de lo que se venía formando, pero, asimismo, es posible hallar múltiples representantes reales tales como, Lou Andreas-Salomé, quien bajo los extraños instintos de los que habla Beauvoir tomó una actitud diferente frente al conocimiento y a su propia forma de vivir. O las mujeres que durante las Guerras Mundiales trabajaban en fábricas produciendo municiones para la guerra e inspiraron a las nuevas generaciones de acabar con la imagen tradicional de la mujer. O Nina Simone, quien vino a representar no solo la imagen de la mujer independiente sino también la lucha por la igualdad racial de hombres y mujeres a través de su música.
En conclusión, para la actual sociedad que está en constante cambio, la mujer debe asumir una actitud de transformación frente a lo que venía acostumbrada y llevar a cabo una vida independiente en la que sea ella la dueña de su vida sin tener que verse bajo un complejo de inferioridad o desigualdad con el hombre. Nora decidió tomar la actitud independiente y abandonar su hogar para regenerarse, es ese el comportamiento de la nueva mujer, la actual, la independiente, quien debe manejar su libertad y reinventarse para su propio beneficio, pues, esta mujer no vive como le dictan que debe hacerlo, sino que lo hace conforme ella lo desea.
Bibliografía
Armán, M. (Dirección). (2002). Casa de muñecas [Película].
Beauvoir, S. d. (1969). El Segundo sexo. Buenos Aires: Siglo Veinte.